-Qué difícil es todo. Me gustaría tanto estar lejos contigo, sin más problemas, sin mis padres, sin todo este lío, en un sitio tranquilo, fuera del tiempo.
Él sonrió.
-No te preocupes. Sé de un lugar al que podemos ir sin que nadie nos moleste. Hemos estado allí otras veces, basta con quererlo.
-¿Dónde?
-A tres metros sobre el cielo, donde viven los enamorados.
[A TRES METROS SOBRE EL CIELO]